XXV

LETRA

XXV

Porque dejarme a mí un bolígrafo es como un lienzo a Picasso,
es común verme en el folio y que no te haga ningún caso.
Es como un polígrafo y mentir al ver el vaso,
que no está medio lleno, pero a estas alturas paso.
¿Qué quieres que te cuente ya entre tanto payaso?
Si en mi mente no entra gente, no confío por si acaso.
No sé si comprendes que la fe es un bien escaso
y aunque no soy diferente, yo en mi lente veo el fracaso.
Palabra de escritor con la rabia contenida
que pensó tenerlo todo y lo perdió sin despedida.
Maldita ironía, si es tiempo es una estampida,
escucha el tic-tac, cada segundo una embestida.
Lo sé por experiencia, ya aprendí en cada caída.
Cuidao? con la apariencia es una mala media.
¿Quieren ver violencia? Callo y muestro mis heridas.
¿Quieren hardcore? ¿Y qué hay más gore que la vida?

Ya no quedan lágrimas ni fe, la vida pasa rápida y se fue,
llevándose consigo los porqués y soñando que algún día lo soñé.
No quiero aprender cómo volver atrás,
me vale con saber cómo caer y levantar.
Después de todo vuelve a amanecer al final,
aunque luego cae la noche y no me ves, nunca más.
Entre mis blancos y negros, yo dibujé este Guernica,
Entre tantas cicatrices ya no sé qué significa.
He visto mi sentencia mientras todo se complica,
ya no veré inocente si mi musa comunica.
Tan desubicado en un mundo que no se explica,
tan cansado de escuchar que la experiencia fortifica.
Busqué ser diferente como el As de Picas,
pero sigo siendo humano si mi musa comunica.
No queda un resquicio ya de humanidad (dentro),
empiezo a ver las cosas con más claridad, (siento)
que ya no queda nada tras la tempestad, (cientos)
fueron los momentos de ansiedad. (Escucha)
Y aunque ya no quiera más, ya no pueda más,
se empeñan en juzgar sin saber cómo estás.
Qué fácil es hablar y mirar mal.
Qué fácil es hablar sin estar mal.

Es cuestión de echarle más valor que el resto,
dejando mi legado en cada manifiesto.
Que ser joven no supone que no pueda estar molesto,
dolor es dolor, pero yo me he recompuesto.
Y aquí sigo expuesto con la mirada indecisa,
procurando ser honesto a mi premisa.
Si no puedes controlarlo en esta vida se improvisa,
que no va a ser cualquiera quien me borre la sonrisa.

(Equis) Hoy con veinticinco miro atrás y veo el camino recorrido.
(Equis) Orgulloso de lo dicho, dejo atrás lo que he vivido sin olvido.
(Uve) Agradecido por cómo he crecido, miro al cielo y en silencio brindo.
Por quienes se han ido, por lo que han venido.
Río por los míos, rimo por los míos.

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