Cornelia

LETRA

Cornelia

Hazme lo que quieras, Cornelia.
No debes olvidar por qué yo te lo prometo.
Mientras nos amemos cuido de lo tuyo
pero cuídate de mí.

Me preocupa un poco que no sea un dilema.
Siempre supe que movías la arena,
que sabías thelemas.
Que como todos tenías problemas.
Locomotora sabia y serena.
Que temías que temas,
que tenías mucho más teoremas.
¿Jeremías, se los lanzaremos?
¿Creen en Dios?
¿Será un Dios que no mataremos?
Pienso más en los días que no pasaremos.
Vuelve a hacer que llueva.
Puede ser que esta vez te lleve.
Y entre más te llene puede que más te duela y eso asusta.

¿A ver, cómo, cómo, cómo?
Repartir los bienes no es ponerte a prueba,
no seas brusca.

En el hipotético por supuesto.
No soy lo que quieres, ojalá sí encuentres los que buscas.
A la ve***, suenas muy Derrida.
Vuelve a tu guarida o donde estarías siempre con la nuca
y cien en una carambola sugerida.
Mejor busca quienes son de fiar.
Yo solidariamente dije que nada había sucedido.
Bueno, tú también, eh.
¿Y cómo era?
Pues salí diariamente con la soledad y despedida como dupla hiriente.
Como viven todos tus parientes.
Conmovida, libre y supra injustamente.

No importa si la muerte llega antes a ti.
Con la edad llegan las verdades,
serán muchas.

¿Quiere una? Na…

Medio sí vi los indicios.
¿Ya pa’ qué te digo?
Nunca tuvimos buen juicio para arrepentirnos.
Me queda sólo el delito, saca el efectivo.
Pa’ que soltarnos esté rico, siendo un riesgo esquivo.
Que con la edad se me hizo vicio. ¿Y ahora de qué escribo?

Renunciar a la vez a un suspiro que ayer
te acomodó en el regazo de la tarde,
dejando que cayeras.
Tiene que haber un remedio local.
Tiene que dejarme la casa y medio local.
¿O quiere pues que le de otro plazo a cambio de ahorcarse?
Está bien pues.

Es terrible aceptar que voy a estar de vuelta.
Tu balcón de corcel, mis mañanas resecas.
Se acabaron las treguas.

Y cuando acabó la tregua también cedió la fuerza.
Se dio a la fuga atascando la puerta.

Ella me dio en qué pensar,
una luz interior y una búsqueda de odio
aunque nunca me dio la razón.

Desdibujado el desván, fue un ajuste entre dos.
Lo que viene y se va, lo que el musgo enredó.
Lo que muta al regarlo y consiste en no dejar el diálogo omiso con Cicerón.
Tenía…?

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