ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En el vibrante ambiente del café de Levante, donde la música y la alegría se mezclan entre palmas, resuena la voz de La Zarzamora. Su mote evoca la intensidad de sus ojos, comparados con las moras. En este escenario, su vida toma giros inesperados: de un tratante a un marqués, quienes la adornan con brillantes de la cabeza a los pies.
Sin embargo, la gente murmura, cuestionando su corazón de hielo y si se burla de los hombres, hasta que una noche, envuelta en celos, La Zarzamora es sorprendida llorando. ¿Qué misterio oculta esta mujer, que ahora llora en los rincones, cuando solía reír y presumir de sus conquistas?
Un amor la sumerge en la tristeza, en un dolor desconocido que la arrastra por las calles del sufrimiento. Los flamencos del colmado la observan, ansiosos por descubrir el amor desgraciado que hechizó a La Zarzamora, mientras una copla de angustia resuena cada medianoche.
En medio de la confusión, una mujer llega al café de Levante en busca de La Zarzamora. Sus palabras desatan un torrente de emociones, pero el contenido de su conversación permanece en secreto. Solo se sabe que La Zarzamora lo reveló llorando, en una coplilla que se propaga rápidamente entre la gente.
Con anillo de casado en su dedo, se revela un pecado, un amor prohibido que consume a La Zarzamora en soledad. A medida que su historia se difunde, La Zarzamora se enfrenta al rechazo de todos, marcada por un amor embrujado que la llevó al abismo emocional.