ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En un rincón donde la luz del mar resplandece, y los aullidos del viento danzan en la vejez de la terraza frente al golfo de Sorrento, un hombre abraza a una niña. Tras las lágrimas, la garganta se aclara y el canto continúa.
El amor se expresa con intensidad, como una cadena que ahora fluye por las venas coloreadas de sangre. Las luces titilantes en el mar traen recuerdos de noches en América, donde los barcos y las estelas blancas se perdían en la distancia. El dolor se transforma en música, y la melodía se eleva desde el piano.
El drama de la ópera, donde cada acto es una ilusión que con un poco de maquillaje y artificio puede convertir a una persona en otra. Sin embargo, dos ojos que te miran de cerca y con intensidad, los fans olvidan las palabras y se sumergen en pensamientos confusos. Las noches en América se desvanecen en el horizonte de la vida, detrás de la estela de una hélice que marca el fin de un ciclo.
El canto retoma su lugar, recordando que la felicidad ya se sentía en cada nota. El amor perdura como una cadena que calienta las venas teñidas de sangre, en un ciclo eterno de emociones y melodías que perduran en el tiempo.
