ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Andabas por casa como los fantasmas, con los pies descalzos para no hacer ruido, y yo estaba esperando aquella típica frase que marca el principio del fin: 'Tengo que hablar contigo amor, esto ya no funciona.'
La casa ya no es la misma sin ti, sin tu presencia, sin tu ropa por el suelo. Se asemeja a un parque en noviembre, sin hojas que adornen el suelo.
Me dejaste tantos peros que ahora vivo en un constante quizás, duermo con la puerta abierta esperando que tus recuerdos decidan marcharse. Pero no hay forma de olvidar que sin ti, la casa pierde parte de su esencia.
Los días transcurren como una eterna condena, sintiendo que nadie me leyó mis derechos, los techos parecen más bajos, las nubes más densas, y no deja de sonar aquella canción que escuché entre tus piernas.
Si la culpa fue mía, te pido perdón. Si fue tuya, te pido que perdones. La casa ya no es la misma sin ti, paso mis días patinando sobre hielo en nuestra habitación desierta. Los espejos ya no reflejan sonrisas, y en el baño hay una huelga armada por dejarte solo el rímel y llevarme tu mirada. La casa es como un viejo galeón que se oxida en el fondo del mar, porque sin ti, amor, la casa no es igual.
Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, y desde que te fuiste, soy mitad y mitad. No he aprendido a vivir sin ti, quizás porque en mi mente solo concibo una vida contigo.
