ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Me despido de ti con tranquilidad en el corazón, a pesar de mi profundo amor por ti que persiste hoy más que nunca. Reconozco que llegó a su fin nuestra comunicación, concluyeron esas charlas en las que solíamos repartirnos la responsabilidad. Me aferré a los regalos que me brindaste porque me diste coraje, y a pesar de que a veces las cosas se nos escapaban de las manos, fuiste quien me enseñó a confiar en mí mismo, aunque quizás no siempre de la manera correcta.
Me guiaste para liberarme de las cadenas que me ataban, para existir sin necesidad de ser visible. Me diste tanto, aunque a veces tus modos flaquearan. Siempre fuiste mi apoyo cuando me sentía perdido, unas alas de papel que nunca despegaban, pero al menos lo insinuaban.
Fuiste lo que me hacía falta y no te marchas porque sobras. Ahora solo soy el artista que firma y preserva su creación. La guardaré en un rincón especial de mi fortaleza, esa que juntos construimos desde nuestra infancia. Sé que comprenderás porque en el fondo lo sabes. Hoy renuncio al surrealismo para plasmar paisajes, aunque la carta que envío es urgente, no lleva remitente.
Tú me enseñaste a superar mi timidez, a sostener la mirada. Sin embargo, a veces fallabas al contar hasta diez y comprender que habías lastimado a otros.
No creas ni por un instante que no sentiré tu ausencia. Aunque es complicado reunirnos ahora que vivimos tan distantes. Siempre te estaré agradecido eternamente por todo lo que, sin ti, jamás hubiera aprendido por mí mismo. Sabes que no es un adiós triste, aunque sea despedida. La cura solo existe si antes hubo una herida.
Fuiste lo que me faltaba y no te marches porque sigues siendo necesario. Hoy solo soy el artista que firma y custodia su obra. La guardaré en un rincón especial de mi castillo, el que construimos juntos desde nuestra niñez. Sé que lo comprenderás, porque en el fondo lo sabes. Hoy dejo atrás el surrealismo para plasmar paisajes, y aunque el mensaje sea urgente, la carta no lleva destinatario.