ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En la intensa y vibrante rap vida del año 2003 de Nach, se nos invita a adentrarnos en un mundo donde el esfuerzo y la resistencia al estrés son clave. En este escenario, abundan los autoproclamados reyes que buscan imponer sus normas, pero se nos advierte a no creer todo lo que vemos.
La letra nos sumerge en un universo de contrastes: una vida de rap que puede ser tanto placentera como amarga, suicida y dividida, nociva y lunática. Nach reflexiona sobre su propia búsqueda en el rap, donde a veces solo encuentra amargura en lugar de alimento para su espíritu. Se toma un respiro de café y tabaco, sin perder la fe en un mundo donde algunos deforman sus textos creyendo innovar, pero terminan robando la esencia de otros.
En medio de la vorágine de la industria, Nach se erige como un esgrimista que desafía a aquellos que solo buscan dormirse en su propio ego. Critica a los que dejan su inteligencia en la puerta y se visten de forma superficial, mientras él busca destacar en medio del caos y reclama su lugar en la historia del rap español.
Con una mezcla de desafío y esperanza, Nach proclama que solo los poetas auténticos, los que poseen un duende especial, serán recordados y amados por su arte verdadero. En un entorno saturado de falsedad y competencia desleal, Nach sigue su camino con determinación, listo para desafiar a aquellos que buscan opacarlo y confiando en que su autenticidad brillará por encima de todo.