ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Un anciano junto a la orilla del mar al final del día, contempla el horizonte con los vientos marinos en su rostro. En una isla sacudida por la tempestad, las estaciones se suceden sin cambios, con un fondeadero sin pintar y un barco sin nombre. En un mar sin costa para el desterrado y silenciado, él enciende el faro, la luz al final del mundo, mostrando el camino y encendiendo la esperanza en los corazones de aquellos en su viaje de regreso desde lejos.
Este es para el olvidado desde hace mucho tiempo, la luz al final del mundo, con el horizonte llorando las lágrimas que dejó atrás hace mucho tiempo. El albatros vuela, haciéndolo soñar despierto con el tiempo antes de convertirse en uno de los invisibles del mundo. La princesa en la torre, los niños en los campos, la vida le entregó todo: una isla en el universo.
Ahora su amor es un recuerdo, un fantasma en la niebla. Él iza las velas una última vez, despidiéndose del mundo, anclándose al agua con el lecho marino lejano, la hierba aún en sus pies y una sonrisa bajo su ceño.
Esta es para el olvidado desde hace mucho tiempo, la luz al final del mundo, con el horizonte llorando las lágrimas que dejó atrás hace tanto tiempo. ¡Hace tanto tiempo...!
