ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En lo más profundo de Jamaica, cerca de Mandeville, en lo alto de una colina en el bosque, se encontraba una vieja cabaña hecha de tierra y madera. Ahí vivía un chico del campo llamado Johnny B. Goode. A pesar de no haber aprendido a leer ni a escribir muy bien, sabía tocar su guitarra como si fuera una campana sonando.
Johnny solía llevar su guitarra en un saco de yute y se sentaba en un árbol junto a las vías del ferrocarril. Los viejos ingenieros del tren se sentaban a la sombra, tocando al ritmo que los conductores marcaban. La gente que pasaba se detenía y decía: '¡Vaya!, ¡vaya! ¡Qué bien toca ese chico!'
Su madre le decía: 'Hijo, tienes que ser un hombre, tener tu propia banda de reggae. La gente vendrá de lejos para escucharte tocar hasta que se ponga el sol. Algún día tu nombre brillará en luces, diciendo: ¡Johnny B. Goode esta noche!'
Johnny era alentado a seguir tocando, a ser bueno en lo que hacía. Su música resonaba en los alrededores, llevando alegría a quienes le escuchaban. '¡Ve, Johnny, toca esta noche! ¡Ve, ve, Johnny, mejor que seas bueno!' - resonaban las voces alrededor de Johnny B. Goode, el chico del campo con un talento especial.