ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En esta divertida historia narrada a través de la canción 'Mi Cacharrito' de Roberto Carlos, el cantante comparte sus peripecias con sus vehículos, desde sustos con leones hasta encontrarse con dinamita, pasando por la prohibición de fumar y un impactante encuentro con una chica en un gorro.
El protagonista lleva su Cadillac al mecánico, pero mientras espera la reparación, opta por utilizar un 'cacharro' prestado por el patrón. A pesar de sus deficiencias como una rueda ovalada, arranque de mano y freno retrasado, el cantante se encariña con este peculiar vehículo, que llama cariñosamente 'perol'. Sorprendentemente, al circular a una velocidad reducida, el cantante atrae la atención de una morena y otras chicas, quienes disfrutan de pasear en su humilde pero encantador 'cacharrito'.
Finalmente, cuando su querido Cadillac es reparado y reluciente en el taller, el cantante se siente nostálgico al dejar atrás su apreciado 'perol'. Con humor, el cantante se despide de sus admiradoras, reconociendo que el magnetismo de su vehículo menospreciado era lo que realmente atraía a las chicas. Con un corazón dividido entre la elegancia del Cadillac y el encanto peculiar de su 'cacharrito', Roberto Carlos nos deja con una historia divertida y entrañable sobre la conexión emocional que puede surgir con nuestros humildes objetos cotidianos. ¡Adiós, cacharrito, y hola de nuevo, Cadillac!
