ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En ocasiones, nos encontramos en situaciones complicadas, sintiéndonos vulnerables y abrumados por el miedo que apaga nuestra esperanza. A veces parece absurdo levantar la mirada, cuando crees estar solo en la batalla. Pero, justo en ese momento de desánimo, basta con abrir la ventana y desplegar las alas, recordando que no estamos solos, que Dios va delante de nosotros abriendo puertas.
Los días se tornan más difíciles cuando nos aferramos al pasado, impidiendo nuestro avance. Hay que arriesgarse, adentrándonos en lo más profundo para hallar lo que realmente buscamos. Y cuando parezca que no hay salida, debemos seguir adelante, confiando en que la gracia divina nos sostiene y nos impulsa.
Es importante recordar que no estamos solos en este caminar. Dios está a nuestro lado, guiándonos y dándonos fuerzas para continuar. Así que, sin temor a perder, avancemos con determinación, sabiendo que si Él está con nosotros, ¿quién podrá estar en contra de nosotros?
En momentos de incertidumbre, en instantes de debilidad, recordemos estas palabras: no estamos solos, no estamos solos. Sigamos adelante con fe y valentía, porque siempre tendremos la compañía y el respaldo divino. ¡No estamos solos!
