ANÁLISIS | SIGNIFICADO
De pie en el borde de la eternidad, contemplando el comienzo de todo lo que nos espera, elevamos nuestro grito de amor al mundo. En un pasado lejano éramos como hombres de las cavernas, observando la vigía de la luna y las estrellas, buscando redimirnos. Nos encontraremos donde la luz brilla más intensamente, siendo los defensores de la fe que llevamos en nuestro interior. Cuando el trueno retumbe con fuerza suficiente como para romper el suelo bajo nuestros pies, sabemos que nadie perecerá en esta ciudad donde el amor reside. A través de nuestros ojos, el amor se eleva como una marea que nos arrastra a la quietud de la noche.
Aunque nadie comprenda por completo cómo detener la inundación, aprendemos a bailar bajo la lluvia. Nos detenemos ante el diluvio, prometiéndonos que nunca dejaremos de bailar. Heridos, pero sin dejar que nadie caiga, vigilamos las palabras que salen de nuestra boca para no encontrarnos a la deriva en casa. Aquí estamos ahora, en una oscuridad estelar, enfrentando a los demonios que tratan de desviarnos de nuestro camino. Las mentes pequeñas y las manos ávidas intentarán desviarnos, pero hoy marcamos el final de su dominio.
Ha habido logros donde anteriormente no había ninguno, donde antes todo parecía perdido, ahora emerge la esperanza. Aunque nadie entienda plenamente, detenemos la inundación y aprendemos a bailar bajo la lluvia. Había más de nosotros de lo que se pensaba, y aprendemos a encontrar la armonía en medio de la tormenta. Nos reuniremos donde la luz brilla más intensamente, manteniendo la fe en nuestros corazones. Aunque nadie comprenda del todo, seguimos bailando bajo la lluvia, sabiendo que nunca dejaremos de hacerlo. ¡Oh, ahh, ahh, oh, oh ahh, ahh, oh, oh ahh...!