Romance In Durango

Romance In Durango

Bob Dylan

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En un escenario árido ondea el sol abrasador, mi rostro cubierto de polvo y mi capa al viento. A mi lado, Magdalena y yo escapamos, ansiamos liberarnos de una vez por todas. Vendí mi guitarra al hijo del panadero, apenas unas migajas y un lugar para esconderme. Pero conseguiré otra y tocaré para Magdalena mientras cabalgamos.

En brazos de la desesperación, Dios nos observa, y pronto el caballo nos llevará a Durango. Agárrate a mí, mi amor, pronto el desierto quedará atrás y te veré bailar el fandango.

Pasamos junto a las ruinas aztecas y los fantasmas de nuestro pueblo, el galopar de los cascos suena como castañuelas en la piedra. Por las noches sueño con campanas en el campanario del pueblo, luego veo el rostro ensangrentado de Ramón. ¿Fui yo quien lo derribó en la cantina? ¿Fue mi mano la que sostuvo el arma? Ven, volvamos a volar, Magdalena, los perros ladran y lo hecho, hecho está.

No llores, mi querida, Dios nos vigila, pronto el caballo nos llevará a Durango. Agárrame, mi vida, pronto el desierto quedará atrás y te veré bailar el fandango. En la corrida nos sentaremos a la sombra y veremos al joven torero en soledad. Beberemos tequila donde se alojaron nuestros abuelos cuando cabalgaron con Villa hacia Torreón.

El padre recitará las antiguas oraciones en la pequeña iglesia de este lado del pueblo. Yo llevaré botas nuevas y un pendiente de oro, tú brillarás con diamantes en tu vestido de novia. El camino es largo, pero el final está cerca, la fiesta ya ha comenzado. Y en las calles, el rostro de Dios aparecerá con sus ojos serpenteantes de obsidiana.

¿Fue ese trueno lo que oí? Mi cabeza vibra, siento un agudo dolor, ven y siéntate a mi lado, no digas nada. ¿Puede ser que esté herido de muerte? Rápido, Magdalena, toma mi pistola, mira en las colinas, ese destello de luz. Apunta bien, pequeña mía, quizás no sobrevivamos a la noche.

Letra de Romance In Durango
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