ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Bienvenido a un mundo donde el odio es moneda corriente, donde los sueños están enterrados bajo capas de desdicha y las oportunidades yacen en el suelo, pisoteadas por la suerte. En este lugar de dolor y amargura, la única riqueza es la tristeza, como la arena del tiempo que nos golpea implacablemente en el rostro.
Es en este escenario desolador donde todas las aspiraciones son aplastadas, donde las oportunidades se desvanecen y la esperanza se desvanece. Donde las expectativas quedan anuladas, la autoestima se pierde y la ambición es llorada en silencio. En medio de esta desolación, surge el odio como respuesta, como única fuerza que nos sostiene en nuestra inutilidad, preservando nuestra libertad en un mundo que parece desmoronarse a nuestro alrededor.
En medio de esta desesperación, todos necesitamos a alguien a quien dirigir nuestro odio, a quien culpar por nuestras penas y aflicciones. Cuando la vida nos golpea sin piedad, cuando nos sentimos perdidos y abandonados, el odio se convierte en nuestro refugio, en la única respuesta ante la adversidad. En un mundo donde el sufrimiento es moneda corriente, el odio se convierte en nuestra única válvula de escape, en nuestra única forma de resistencia ante un destino inclemente.
