ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En medio de un cielo estrellado, un cometa surca el firmamento anunciando otra noche de paz. La llegada de la nieve se acompaña de las suaves luces que iluminan la ciudad, creando un ambiente mágico y festivo. Los niños entonan cánticos de alegría, celebrando la amistad y el amor que caracterizan la Navidad.
En lo más profundo de mi ser, brilla una luz que une tus ojos con mi corazón, una chispa que nos invita a olvidar rencores y a perdonar. Nos anima a dar la mano a quienes necesitan apoyo, a cantar por la paz y a vivir en armonía.
Esta luz que emana de ti, que nos impulsa a compartir y a ser felices juntos, es la misma que nos guía en cada paso. Es la luz que nos inspira a ayudar a los demás, a abrigar a quien lo necesita y a brindar sonrisas de felicidad.
En esta época de amor y generosidad, la luz que nace en ti nos recuerda la importancia de la amistad, de los gestos de solidaridad y del compartir en comunidad. Es un recordatorio de que, a pesar de las dificultades, siempre podemos ser luz para los demás y encontrar la verdadera felicidad en el acto de dar y recibir.
Así que, en cada amanecer y en cada encuentro, permitamos que esa luz que nos llena de alegría y esperanza brille con fuerza. Porque al final del día, es esa luz la que nos hace verdaderamente felices y nos guía hacia un futuro lleno de amor y armonía. ¡Que viva la amistad, que viva la Navidad!
