ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En 'Killing Fields' de Slayer, la intensidad se desata al sentir la adrenalina tomando el control, creando una sensación imposible de resistir que deja una huella suicida. El instinto no perdona, devastando el corazón humano y desgarrando el alma con el sabor a sangre. Los demonios que nos conducen no hacen distinciones, llevándonos a un estado mental que se convierte en el fin último.
La acción desencadena reacciones impredecibles, ya que ninguna línea de sangre es inmune a las profundidades de la naturaleza humana presente en cada uno de nosotros. Un sociópata con ojos vacíos y sin alma, un corazón de piedra psicótico y paranoico, cuyo frío recorre mis venas.
Los males de la pasión pueden llevar a la razón a extremos insospechados, confundiéndose amor, odio y asesinato en una locura temporal. Al borde de una personalidad demencial, el dolor emocional se convierte en una realidad mortal.
La elección se hace por libre albedrío, al igual que la elección de matar, desatando un razonamiento autodestructivo. En un instante, la vida se detiene y te encuentras ahora en mi campo de batalla mortal.