ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En un pequeño pueblo, el piojo y la pulga decidieron unir sus vidas en matrimonio, pero la falta de maíz los detenía. Sin embargo, el generoso gorgojo intervino desde su maizal ofreciendo el maíz necesario para la boda. La alegría y la gratitud inundaban el ambiente, pero ahora necesitaban padrinos para la ceremonia.
El sabio ratón se ofreció valientemente a apadrinar la unión, sugiriendo que debían mantener al gato bajo control. La pulga, llena de entusiasmo, se propuso ser la madrina, demostrando su valentía. Así, con la ayuda de todos, la boda se llevó a cabo, con alegría, vino y risas.
Pero, como en toda celebración, ocurrieron imprevistos: el gato escapó y se comió al padrino. Al amanecer, todos sintieron picazón, un recordatorio divertido de la algarabía vivida. A pesar de los contratiempos, el amor triunfó y la comunidad celebró la unión del piojo y la pulga, en una historia llena de camaradería y solidaridad. ¡Qué hermosa y peculiar respuesta al llamado del amor!
