ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Viajar alrededor del mundo ha expuesto mis ojos a incontables mujeres, pero ninguna de ellas se compara a lo que mi dama posee. Ella roba el escenario, me deja sin aliento, capaz de provocar un alud tan solo caminando por la calle. Con vestidos ceñidos que deslumbran, suficiente para dejarme boquiabierto, capaz de deslumbrarme completamente, sin duda alguna, no puedo vivir sin ello.
La chica tiene ritmo, ese ritmo que la distingue, que la hace única. Es como una marca mortal, demasiado intensa para cualquier hombre. Me colma de placer, me ama hasta dejarme sin fuerzas, hasta que duela, suficiente para detener un tren de carga o provocar la Tercera Guerra Mundial.
Y así, me encuentro perdiendo el sueño, sumergiéndome profundamente en esta pasión. Como un cuerpo necesita sangre, no puedo vivir sin ello. Ella se mueve con un pecado tan atractivo, y cuando me permite entrar, es como amor líquido. Sin duda alguna, no puedo vivir sin ello.
Esta chica tiene ritmo, un ritmo que resuena en lo más profundo de mi ser. Desde el asiento trasero hasta el corazón del rock 'n' roll, esta mujer tiene ritmo, un ritmo que me hace vibrar.