ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En la canción 'Y sin embargo' de Joaquín Sabina, se exploran las complejidades de una relación amorosa intensa y conflictiva. El protagonista expresa su profundo amor y devoción por su pareja, prometiendo dar toda su vida por ella. Sin embargo, admite que diariamente, un rato al día, podría engañarla con cualquiera, cambiándola por otra. A pesar de no estar completamente arrepentido, tampoco está encantado de haberla conocido. Reconoce que solo los besos que no ha recibido calan hasta los huesos, revelando la falta de satisfacción en su relación.
La metáfora de una casa sin ella como embajada o un laberinto sin luz refleja el vacío y la soledad que siente en su ausencia. Aunque se envenena con los besos que da a otros, confiesa que cuando duerme sin ella, sueña con ella. Describe posesivamente su deseo de compartirla con otros en su lecho, y su tormento al estar separados.
El conflicto emocional se intensifica al relatar cómo disfruta de cenas románticas con otras personas, nunca con ella. La casa sin su presencia se convierte en una oficina, un teléfono ardiendo, una palmera solitaria, revelando el sinsentido de su existencia sin su amada. A pesar de sus acciones contradictorias, cuando ella regresa se desata la alegría y el amor, aunque la rutina y los desencuentros persisten.
En este torbellino de emociones encontramos la lucha interna del protagonista entre la pasión y la distancia, entre el deseo y la realidad, entre el amor y la infidelidad. La canción nos sumerge en un viaje de altas y bajas emocionales, donde los besos dados y recibidos envenenan y sanan a la vez, demostrando la complejidad y la profundidad de los sentimientos humanos en una relación.
