ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Un ciclo de negatividad envuelve nuestras acciones, asfixiando la posibilidad de tolerancia. Nos aferramos al rencor como si fuera la única forma de mantenernos firmes en medio de la incertidumbre. Buscamos desesperadamente controlar cada aspecto de nuestras vidas, incapaces de perdonar las heridas que nos han causado.
Pero en esta lucha por el poder, nos perdemos a nosotros mismos. Nos aferramos al rencor como si fuera la piedra angular que sostiene todo, sin ver que en realidad nos está arrastrando hacia abajo. Nos enredamos en justificaciones vacías, llevándonos a un final solitario lleno de negatividad.
A medida que Saturno asciende, se nos presenta la elección entre resistir o ser humildes una vez más. Nos enfrentamos a nuestras propias limitaciones, a nuestro miedo a equivocarnos. Pero también se nos ofrece la oportunidad de dejar atrás el rencor, de liberarnos de esa corona de negatividad que hemos llevado por tanto tiempo.
Podemos elegir dejar caer la piedra, permitir que los océanos transformen nuestra pesada carga en algo valioso. Dejar que el agua limpie nuestras almas y nos eleve hacia la luz. Saturno regresa para recordarnos que siempre hay una salida, que podemos elegir soltar el pasado y abrazar un futuro lleno de posibilidades.
Entregar la piedra significa liberarnos del peso del rencor, permitirnos ser transformados por la fuerza purificadora del perdón. Dejar atrás las cadenas del control y la amargura, y dejar que la luz dorada del perdón ilumine nuestro camino hacia la redención. Es hora de soltar la piedra, de dejar que el agua nos lleve a la transmutación y nos eleve hacia la paz. ¡Dejémoslo ir!