ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En un campo extranjero yace un solitario soldado, en una tumba desconocida. En sus últimas palabras reza, pidiendo que se cuente al mundo sobre Paschendale. Revive todo por lo que ha pasado, la última comunión de su alma. Las balas oxidaron con sus lágrimas. Permíteme contarte sobre sus años.
Acosado en una trinchera llena de sangre, matando el tiempo hasta mi propia muerte. Siento la lluvia caer en mi rostro, nunca volveré a ver a mis amigos. En el humo, el barro y el plomo, huelo el miedo y la sensación de temor. Pronto será hora de cruzar el muro, fuego rápido y el fin de todos nosotros.
Silbatos, gritos y más disparos. Cuerpos sin vida cuelgan en alambre de púas. El campo de batalla no es más que una tumba ensangrentada. Seré reunido pronto con mis amigos muertos.
Muchos soldados de dieciocho años se ahogan en el barro, sin más lágrimas. Seguramente, una guerra que nadie puede ganar. El tiempo de matar está a punto de comenzar.
En casa, lejos de la guerra, una oportunidad de vivir de nuevo. Pero la guerra no da oportunidad de vivir de nuevo. Los cuerpos de los nuestros y de nuestros enemigos, el mar de muerte desborda. En tierra de nadie, solo Dios sabe. Avanzamos hacia la muerte.
Crucificados como en una cruz, las tropas aliadas lloran su pérdida. La máquina de propaganda de guerra alemana, algo nunca antes visto. Juro que oí llorar a los ángeles. Ruegan a Dios que no haya más muertes. Para que la gente conozca la verdad, cuentan la historia de Paschendale.
La crueldad tiene un corazón humano. Cada hombre cumple su papel. El terror de los hombres que matamos, el corazón humano aún tiene hambre.
Mantengo mi posición por última vez. El arma está lista mientras estoy en fila. Espera nerviosa a que suene el silbato. Oleada de sangre y avanzamos.
La sangre cae como la lluvia, su manto carmesí se desvela de nuevo. El sonido de las armas no puede ocultar su vergüenza. Y así morimos en Paschendale.
Esquivando metralla y alambre de púas, corriendo directamente hacia el fuego de cañón. Corriendo a ciegas mientras contengo la respiración, rezo una oración, sinfonía de muerte.
Mientras cargamos las líneas enemigas, una ráfaga de fuego y caemos. Ahogo un grito pero nadie escucha, siento la sangre bajar por mi garganta.
En casa, lejos de la guerra, una oportunidad de vivir de nuevo. Pero la guerra no da oportunidad de vivir de nuevo. Ve mi espíritu en el viento, más allá de las líneas, más allá de la colina. Amigo y enemigo se encontrarán de nuevo, aquellos que murieron en Paschendale.