ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En esta hermosa canción de Vicente Fernández, nos sumergimos en la nostalgia y el paso del tiempo. El cantautor narra el reencuentro con una joven que una vez le expresó su afecto siendo solo una niña. Lejos de rechazarla, le aconseja paciencia y madurez para que pueda volar por sí sola.
Con el tiempo, el protagonista se encuentra de nuevo con la ahora mujer, quien confiesa que no ha podido olvidarlo a pesar de los años. En un gesto de ternura, el cantante consuela sus lágrimas probando el sabor del agua salada que brota de sus ojos, recordándole con un beso que, aunque el tiempo haya pasado, él sigue allí para reconfortarla.
La canción destila melancolía y amor atemporal, reflejando la belleza de los ciclos de la vida y la eterna conexión entre dos almas que, aunque en diferentes momentos del día, siguen complementándose. Es un recordatorio de que el amor y la emoción trascienden el tiempo y perduran a través de los años, como la dulce melodía de esta inolvidable canción de Vicente Fernández.
