ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Cada amanecer despierta con el pensamiento fijo en ti, como un susurro suave que se cuela entre mis sueños. Atravesando mares de ilusiones, me encuentro frustrado al no lograr olvidarte, al no dejar de soñarte. En mi intento por superarte, me doy cuenta de que no fue suficiente lo que te ofrecí, creí sinceramente haber entregado todo de mí. Pero al reflejarme en el espejo, veo las lágrimas que caen en silencio, mi alma triste en un rincón, anhelando tu regreso, recordando que cada mañana pienso en ti.
Una vez más, durante la noche, me sumerjo en las aguas turbulentas de tu recuerdo, bañándome en el mar de nuestra historia compartida. Nada logro remediar, estoy exhausto de negar lo mucho que te echo de menos. Cada nueva aurora, cada fresca mañana, vuelvo a revivir el eco de tu ausencia, anclado en la nostalgia que se mece entre mis pensamientos.
Quizás lo que te di no fue suficiente, quizás regalé en exceso sin darme cuenta de que el amor también tiene sus facturas pendientes. Tarde comprendí que mis errores cobraron su precio, que los excesos duelen al corazón. Y así, una y otra vez, repito el ciclo de naufragar en la inmensidad de tu recuerdo, cansado de ocultar cuánto te extraño. Cada alba, cada despertar, cada momento, mi mente se refugia en ti, en el eco constante de tu presencia en mi interior. Cada amanecer, cada aurora, cada día, pienso en ti sin descanso, como un recordatorio eterno de un amor que aún late en lo más profundo de mi ser.