ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En las profundidades del campo, grabé tu nombre junto al mío en la penca de un maguey, entrelazados como símbolo de nuestro amor, desafiando la ley del monte que nos vio enamorados. Fuiste tú misma quien eligió la penca más hermosa y dijiste que grabara dos corazones con una flecha, sellando nuestro compromiso en lo más íntimo de la naturaleza.
Aunque ahora digas que todo es olvido y palabras vacías, yo me siento tranquilo sabiendo que en nuestra historia compartida, las pencas son testigos mudos que hablan por nosotros. Aquella noche en la que cambiaste mi amor y cortaste aquella penca, sin percatarte de que el maguey guarda memoria y podría recordarte tu juramento.
Quizás no puedas entender las extrañas señales que ven mis ojos, pero las nuevas pencas que brotan en el maguey llevan grabados nuestros nombres, demostrando que nuestro amor trasciende el tiempo y el olvido. En este eterno ciclo de la naturaleza, nuestra historia perdura, marcada en el alma del monte y en las hojas del maguey. ¡Qué bella y eterna es la ley del monte, donde nuestro amor queda inmortalizado en cada nueva penca que crece!