ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En esta emotiva canción de Vicente Fernández junto a su hijo, transmiten un diálogo sincero sobre la importancia de cuidar y valorar a la mujer amada. Ambos reconocen la necesidad de demostrar amor y respeto, comprometiéndose a ser más atentos y comprensivos. Se comprometen a llevarle flores, a ser más comprensivos y a no hacerla llorar más, reconociendo el dolor pasado y deseando que viva en paz. Entre bromas y complicidad padre e hijo se retan en tono afectuoso, recordando quién es el dueño de su alma y quién es su eterno amor. Con un mensaje claro y directo, nos invitan a cuidar y proteger a la mujer querida, recordándonos que tanto el hijo como el padre tienen un papel importante en hacerla feliz y darle el amor y la atención que merece. Una canción que resalta la importancia de la familia y el respeto mutuo en las relaciones cercanas.
