ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En una tierra antigua llamada Macedonia, nació un hijo de Philip de Macedon, conocido como Alexander. A los diecinueve años se convirtió en el rey de Macedon y juró liberar Asia Menor. Conquistó a los ejércitos de Persia y su nombre infundía miedo en los corazones de los hombres.
Derrotó al rey Darius de Persia, conquistó Egipto y fundó la ciudad de Alejandría. En su camino hacia la victoria en la batalla de Arbela, Alexander se enfrentó a Darius nuevamente, saqueó Persépolis y se convirtió en una leyenda entre los mortales.
Cuenta la leyenda que al cortar el nudo gordiano, Alexander se proclamó dueño de Asia. Extendió la cultura helenística y allanó el camino para el cristianismo. A pesar de la fatiga de la batalla, su ejército lo seguía fielmente, pero se negaron a seguirlo hasta la India.
El nombre de Alexander infundía temor en el corazón de los hombres y fue considerado un dios entre ellos. Lamentablemente, murió de fiebre en Babilonia, pero su legado perduró como uno de los más grandes conquistadores de la historia.
