Grantchester Meadows

Grantchester Meadows

Pink Floyd

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En los Grantchester Meadows, la noche fría es desafiada por la presencia de vida y sonidos suaves que rompen el silencio mortal que los rodea. El canto de un pájaro en el cielo y el susurro de la mañana neblinosa crean un ambiente tranquilo y sereno.

Observamos a la alondra escuchando el ladrido del zorro en la oscuridad, mientras éste se esconde bajo tierra. El destello del martín pescador zambulléndose en el agua, y un río verde deslizándose sin ser visto bajo los árboles, nos llevan a un viaje por un eterno verano que se dirige hacia el mar.

En el prado de agua perezoso, me acuesto y siento cómo los rayos dorados del sol se posan en el suelo. Me sumerjo en la calidez de una tarde pasada, que trae consigo los sonidos y recuerdos de días que ya se fueron, a esta habitación citadina.

La naturaleza cobra vida con el canto de la alondra y el chapoteo del martín pescador, mientras el río verde sigue su curso invisible bajo los árboles. Es un lugar donde el tiempo se detiene y se funde con la nostalgia de un pasado soleado, donde el sonido del pasado se filtra en el presente.

En los Grantchester Meadows, el ciclo de la naturaleza se despliega con gracia y armonía, recordándonos la belleza y la serenidad que podemos encontrar en medio de la agitación de la vida cotidiana.

Letra de Grantchester Meadows
Vídeo de Grantchester Meadows